Mes mundial del cáncer de mama

Por: Nerea Rial Gutiérrez

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El cáncer de mama afecta cada vez más a las jóvenes

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El programa “Salud de la Mujer”, llevado a cabo por el Instituto Dexeus de Barcelona, revela que de entre las 5.076 pacientes tratadas con cáncer de mama en el estudio un 4,1% eran menores de 35 años.
La aparición de este cáncer está aumentando por debajo de los 50 años y son cada vez más las jóvenes que acuden a la consulta, según informó el director de Ginecología y consultor de Ginecología Oncología y Mastología del proyecto, Rafael Fábregas.
De entre las diagnosticadas con este carcinoma, más de la mitad descubren el tumor cuando todavía no se ha extendido a la axila. Es por ello que un 80% de los casos pueden ser prevenidos si el cáncer es detectado antes de que afecte a los ganglios. Del mismo modo, se ha logrado cronificar la enfermedad en algunas pacientes con metástasis que antes eran considerados como casos irremediables.
Como forma de concienciar a las mujeres, el Instituto Dexeus, celebrará una serie de conferencias durante la “Semana de la Salud de la Mama”, entre el 20 y el 24 de octubre. Serán tratados temas como la prevención y el tratamiento de alteraciones de la mama en la gestación, la importancia de la autoexploración o si el aumento o reducción de pecho aumenta el riesgo de cáncer.

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Mitos y leyendas

• Un golpe en el seno provoca cáncer: un golpe no produce cáncer, lo único que provoca es un hematoma.
• Los implantes estéticos incrementan el riesgo de cáncer de seno: los implantes que se utilizan en la actualidad están elaborados con materiales seguros y no provocan cáncer. Incluso son empleados para reconstruir los senos en pacientes que padecieron cáncer y que fue necesario extirpar parte de la glándula.
• Los sostenes con varilla aumentan el riesgo de cáncer de mama: no se ha asociado el uso de sostén con varilla con la presencia de cáncer de mama.
• Los antitranspirantes provocan cáncer de mama: los componentes químicos de los antitranspirantes no desencadenen tumores malignos.
• Tener senos pequeños protege de presentar cáncer: la cantidad de tejido mamario no se relaciona con un mayor riesgo de presentar cáncer mamario. Lo que sí es una realidad es que es más fácil detectarlo en una mama pequeña que en una voluminosa.
• Tener un seno más grande que otro es sinónimo de padecer cáncer: las glándulas mamarias son asimétricas pero no es motivo de peligro para el desarrollo de un tumor canceroso. Conviene hacerse revisar si la asimetría es muy marcada.
• La práctica de una mastografía o de una biopsia desencadena tumores: el problema es que la cicatrización producida en el tejido mamario puede confundirse con un área donde se esté generando una tumoración.
• Si se padece cáncer irremediablemente se perderá uno de los senos: cuanto antes se haya detectado un tumor maligno, mayores probabilidades hay de conservar la glándula mamaria y eliminar el cáncer. Sin embargo, cuando es inevitable practicar una mastectomía (extirpación del seno), existen modernas alternativas para la reconstrucción de la mama.
• La autoexploración mamaria es suficiente para identificar un tumor maligno: si bien es un método preventivo, la autoexploración no es suficiente, por ello es vital que todas las mujeres mayores de 35 años acudan a revisión médica periódica.

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